
Louis Vuitton reabre su restaurante con estrella Michelin en Saint-Tropez
Louis Vuitton reinicia su aventura culinaria en la Costa Azul con un menú renovado, una vajilla exclusiva y una experiencia sensorial única. El restaurante, epicentro de su Comunidad Culinaria, vuelve a abrir sus puertas en el Hotel White 1921.
Con la llegada del verano, Louis Vuitton anuncia la reapertura de su espacio gastronómico en Saint-Tropez, bajo la batuta de Arnaud Donckele y Maxime Frédéric. Reconocido recientemente con una estrella Michelin, el restaurante se ubica en el emblemático Hotel White 1921, junto a la histórica boutique de la Maison. La nueva temporada arranca con un menú actualizado y la incorporación de la vajilla Constellation, firmada por Louis Vuitton, como parte de una experiencia que celebra el arte de la mesa y el viaje a través del gusto.
Desde 2020, el universo culinario se ha convertido en un capítulo clave dentro del legado creativo de Louis Vuitton. La Comunidad Culinaria, nacida del trabajo conjunto entre Donckele y Frédéric en Cheval Blanc Saint-Tropez, impulsa a nuevos talentos alrededor del mundo y consolida un enfoque donde la artesanía, la creatividad y el sabor se entrelazan. Cafeterías y restaurantes de la Maison en ciudades como París, Tokio, Doha o Nueva York forman parte de este entramado gastronómico global.

Saint-Tropez, cuna de esta comunidad, se reafirma este verano como punto de encuentro imprescindible para los amantes de la alta gastronomía. “Queremos que nuestros clientes vivan una experiencia culinaria relajada pero sofisticada, donde la excelencia esté siempre presente”, afirma Arnaud Donckele. Su socio, Maxime Frédéric, añade: “Nos entusiasma volver con una propuesta que anima a los chefs a expresar su talento con libertad”.
El menú, construido sobre tres pilares (internacional, vanguardista y cultural), ofrece una oda al producto de temporada y proximidad: faisán asado con velouté delicada, lenguado con algas y cítricos, ravioli de rebozuelos, o langosta de cola azul con salsa shiso infusionada. La cocina fusiona tradiciones mediterráneas y francesas con sutiles guiños globales, como la ternera Wagyu en caldo al estilo pot-au-feu o el atún con inspiración asiática. En el apartado dulce, el Rhubarb Vacherin de Frédéric y el sorbete de limón con merengue de avellana proponen un final refrescante y sofisticado para la experiencia.

El entorno, decorado con un vibrante estampado floral inspirado en la colección Resort 2025 y porcelana de Limoges, dialoga con piezas de diseño contemporáneo de los Objets Nomades. El resultado: una atmósfera elegante, luminosa y profundamente veraniega, perfecta para saborear el savoir-faire de la Maison bajo el sol de la Riviera.