Montblanc: bólidos para capturar el tiempo

Montblanc: bólidos para capturar el tiempo

En este ejercicio, la manufactura Minerva cumple 160 años de vida. Desde sus orígenes, fue reconocida por su capacidad para realizar instrumentos de alta precisión; uno de ellos fue conocido como Rally Timer. Un nombre que Montblanc ha recuperado para su acervo creativo y que vuelve a estar presente en esta edición del SIHH, en […]

En este ejercicio, la manufactura Minerva cumple 160 años de vida. Desde sus orígenes, fue reconocida por su capacidad para realizar instrumentos de alta precisión; uno de ellos fue conocido como Rally Timer. Un nombre que Montblanc ha recuperado para su acervo creativo y que vuelve a estar presente en esta edición del SIHH, en forma de edición limitada. Esta propuesta se encuadra dentro de la línea TimeWalker, la colección con la que Montblanc recuerda el espíritu de las carreras de coches y especialmente los instrumentos creados para su cronometraje. Las propuestas de este año son dos, el ya referido Rally Timer Chronograph Limited Edition 100 y el TimeWalker Manufacture Chronograph, que por supuesto rinden culto a ese aniversario que celebra la manufactura de Saint Imier. El primero, como decíamos, está inspirado en el producido por Minerva en la década de los 60 y su estética con la esfera ‘panda inverso’ se combina con el calibre MB 16.29 que ofrece un cronógrafo monopulsante. Uno de los detalles añadidos de esta creación con caja de 50 mm es que es ‘convertible’, y puede transformarse en un reloj de pulsera, de bolsillo e incluso colocar en el salpicadero del coche… O si se prefiere sobre la mesa del despacho. La correa también es especial, luciendo una piel de becerro Sfumato y envejecida. En su interior luce un calibre manufactura de cuerda manual, el MB M16.29. La segunda novedad llama desde el principio la atención con los tres contadores del crono de color negro sobre un fondo blanco en el resto, lo que se conoce como esfera ‘panda’. El origen de esto diseños se encuentra en creaciones de los años 60 y 70 y el tiempo los ha convertido en iconos. En esta ocasión se declina dentro de una caja de acero de 43 mm, que cuenta con acabado satinado lo que remarca aún más su carácter automovilístico, además de resistir mejor las rayaduras. El TimeWalker Manufacture Chronograph luce un nuevo bisel negro fijo con escala taquimétrica fabricado en cerámica negra brillante. En el apartado mecánico, incorpora el calibre 25.10 de rueda de pilares y embrague horizontal, además de contar con mecanismo de parada de segundos que permite un ajuste horario más preciso. El alto nivel de acabados, con el tradición Côtes de Genève, decoración perlada y una nueva masa oscilante realizada en tugsteno y con forma de volante, es visible desde el fondo de la caja que luce un cristal ahumado, tal y como se muestran en las ventanas que cubren los motores V12 de los grandes deportivos de competición.

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