Pablo García Borboroglu y Bertie Gregory: los exploradores del Año Rolex National Geographic marcan el camino
Pablo García Borboroglu y Bertie Gregory, los Exploradores del Año de Rolex National Geographic, son dos referentes en el conservacionismo y protección de la Naturaleza.
El conservacionismo con mayúsculas… Es lo que guía a Pablo García Borboroglu y Bertie Gregory en su actividad, en lo que bien podría definirse como “la misión de una vida”. Y esa misión les ha valido para ser reconocidos como Exploradores del Año de Rolex National Geographic, un título que celebra su dedicación a arrojar luz sobre los desafíos ambientales y a inspirar acciones para un futuro más sostenible. Un galardón compartido, como muchas de sus ideas, por un trabajo conjunto en forma de documental sobre los pingüinos en la Antártida, un campo en el que el conservacionista García Borboroglu ha desarrollado casi todo su trabajo –en concreto, 36 años–. La aportación de Gregory detrás de la cámara ha convertido este esfuerzo por la conservación en un espectáculo visual, con el título Secretos de los Pingüinos, que va más allá de las imágenes: transmite una forma de vida y de supervivencia de una especie que habita en distintas áreas del planeta. Como dice Pablo García Borboroglu, demuestra que “cuando trabajamos en la conservación, lo hacemos para nosotros mismos”.

El título de Explorador del Año de Rolex National Geographic, que la firma relojera ha apoyado desde su creación en 2011, forma parte de su iniciativa Perpetual Planet y reconoce a quienes están a la vanguardia de los esfuerzos por resolver los retos medioambientales del mundo. Estos dos líderes en sus respectivos campos también tienen claro que estos galardones –García Borboroglu recibió además el Premio Rolex 2019– “legitiman el trabajo realizado. Además, ofrecen una mayor visibilidad a nuestro trabajo a través de aparición en medios que nos permiten trasladar nuestro mensaje conservacionista a mucha gente. Y por supuesto, nos abren numerosas puertas para encarar nuevos proyectos”.
Pablo García Borboroglu lleva más de tres décadas trabajando en la conservación marina, centrándose sobre todo en las aves marinas y, en particular, en los pingüinos, una especie que entró en su vida desde niño. “Cuando tenía 2 o 3 años –recuerda–, mi abuela me contaba fantásticas historias sobre pingüinos y puedo decir que me ha acompañado desde entonces toda mi vida”. Su labor internacional de conservación pretende salvaguardar a estas carismáticas aves con métodos que incluyen programas educativos, gestión de colonias y creación de grandes zonas protegidas. Su trabajo ha ayudado a proteger 32 millones de acres de hábitat oceánico y costero –algunas de ellas complejas y con necesidad de intervención de la justicia– y ha beneficiado al menos a 2,5 millones de pingüinos. Borboroglu también coordina un programa educativo dirigido a audiencias internacionales, comunidades locales y escuelas próximas a colonias de pingüinos en países en desarrollo. De hecho, ha acompañado a más de 13.000 niños a visitar colonias para ver pingüinos por primera vez.

Por su parte, la carrera de Gregory tuvo ya un hito importante cuando solo tenía 18 años, con el título de Fotógrafo Juvenil de Outdoor del Año. Al poco tiempo, se licenció en Zoología por la Universidad de Bristol y empezó a ayudar al legendario fotógrafo de National Geographic Steve Winter. Desde entonces, ha colaborado estrechamente con la revista, para la que ha producido y presentado hasta la fecha ocho proyectos que han consolidado su papel de defensor del mundo natural.
Lo que sí está claro es que, como dice Pablo García Borboroglu, “quedan muchas cosas por aprender, crear nuevas áreas protegidas y quiero seguir descubriendo más cosas”. Porque al final, hay otra idea que late en sus mentes: “El futuro depende de nosotros”.