Patek Philippe, doble identidad

Patek Philippe, doble identidad

Poco o nada se escapa a la capacidad creativa de Patek Philippe. De hecho, la manufactura ginebrina pertenece a esa raza especial de aquellos que siempre van un paso por delante. Marcando camino y territorio. Dos de esos territorios en los que la casa ha dejado su impronta, el cronógrafo y la Hora Universal, se […]

Poco o nada se escapa a la capacidad creativa de Patek Philippe. De hecho, la manufactura ginebrina pertenece a esa raza especial de aquellos que siempre van un paso por delante. Marcando camino y territorio. Dos de esos territorios en los que la casa ha dejado su impronta, el cronógrafo y la Hora Universal, se unen ahora en un desarrollo casi inédito. Casi, porque existe un único precedente en su historia creativa, concretamente en 1940, y en formato de pieza única (el reloj Nº 862 442) que por sus otras funciones añadidas –escalas pulsométrica y asmométrica– se cree perteneció a un médico.

Más sencilla y para más gente es la nueva referencia 5930 que lanza Patek Philippe y que resume su contribución y saber hacer tanto en la medición de los tiempos intermedios del cronógrafo como en la facilidad de lectura de la hora de los 24 husos horarios internacionales. Todo un trabajo de ‘precisión’ relojera para aprovechar y delimitar los espacios de una y otra complicación. Esta composición inusual además estaba marcada por otro elemento relevante, y es que el Sello Patek Philippe exige en uno de sus criterios que la construcción de la pieza sea lo más elegante y plana sin perder funcionalidad.

El resultado tiene nombre, el calibre CH 28-520 HU que toma su inspiración del cronógrafo automático CH 28-520 PS con rueda de pilares y embrague vertical. Para adaptarlo a una funcionalidad precisa y conforme a las exigencias propias de la manufactura ginebrina, se han tenido que desplazar ejes, reconstruir puentes y modificar parámetros, lo que convierte al calibre resultante en un nuevo movimiento que, eso sí, mantiene la máxima de facilitar un manejo sencillo de las funciones relojeras.

Una tarea que se comprueba en esta Ref. 5930, donde el cronógrafo, con sus tradicionales pulsadores emplazados a las 2 y 4 horas, no solo es fácil de utilizar sino que le añade la función flyback, que se maneja con el pulsador de las 4 h. y que permite volver a cero sin detener previamente a cero y la aguja trotadora regresa a su posición inicial para comenzar un nuevo conteo. Pero además, al contar con un embrague vertical, la aguja del cronógrafo puede emplearse también como segundero de forma permanente mientras no tiene utilidad cronográfica. Y todo ello sin que eso suponga un mayor desgaste o tenga una influencia negativa sobre la precisión y la autonomía de marcha del reloj.

La otra especialidad de la casa no iba a quedarse rezagada en utilidad y sencillez. Con las agujas de horas y minutos se indica el huso horario que aparece situado a las 12 horas en la esfera. Para leer la hora de los otros 23 husos basta con echar un vistazo al resto de la esfera y en el mismo gesto se descubre la hora que es en todos ellos gracias a que el disco de las horas y las ciudades están perfectamente alineados. Además, en el caso del disco de las horas, se ha dividido en dos colores que marcan las zonas de noche y de día.

ETIQUETAS:
  • Relojes