Piaget reinterpreta su icónico reloj Polo

Piaget reinterpreta su icónico reloj Polo

Para entender algunos acontecimientos es necesario ‘regresar’ a su origen. El primer Polo de Piaget vio la luz allá por 1979. Como otros relojes de la época exploraba un territorio desconocido, el de crear un reloj deportivo y al mismo tiempo elegante. Los resultados obtenidos reafirmaron el acierto de una estética que, además, llevaba implícito […]

Para entender algunos acontecimientos es necesario ‘regresar’ a su origen. El primer Polo de Piaget vio la luz allá por 1979. Como otros relojes de la época exploraba un territorio desconocido, el de crear un reloj deportivo y al mismo tiempo elegante. Los resultados obtenidos reafirmaron el acierto de una estética que, además, llevaba implícito el nombre de una actividad deportiva en la que la marca suiza ha seguido participando de forma activa a lo largo de su trayectoria. Pero el Piaget Polo que había nacido trascendería el escenario del deporte para convertirse en un afamado objeto de deseo entre las celebrities de varias décadas. El arte, el cine, la música… y algunos de sus grandes protagonistas, además de la alta sociedad de la época, quedaron prendados por aquel reloj que mostraba un diseño tan personal como llamativo. Una época de esplendor que comenzó vinculada a una ciudad, Nueva York, la misma que ahora ha sido testigo de la llegada de un renovado Polo S, de una visión contemporánea y actual pero que lleva escrito en su planteamiento estético la intención de marcar diferencias y sobre todo de retornar al esplendor de antaño.

La misión ha sido encomendada a una caja de 42 mm que, al contrario del nacimiento de su predecesor, opta por el acero como primer elemento material y por un precio tan ajustado que le hace convertirse en un reloj de entrada a la marca y a su historia. La elegancia sigue siendo un elemento innegociable en la línea Polo, que apuesta por una caja de forma muy peculiar. Cuando nos fijamos en la esfera, refleja lo cercana a lo que se conoce como tipo ‘cojinete’ si lo que observamos es la esfera del reloj, pero que tiene apariencia casi redonda cuando se atiende a la carrura.. Es lo que en Piaget conocen como diseño de “forma dentro de la forma”.

Un nuevo público

Esta puesta al día total deja como resultado un reloj diferente, con el estilo Piaget por supuesto, pero con una intención de recuperar esa idea de estilo tan presente en la tradición de la casa y convertirse en un referente imprescindible en cualquier mercado –basta con ver la lista de ‘game changers’ que ha reunido para la ocasión, encabezados por el embajador Ryan Reynolds–. Por supuesto, es también la oportunidad de llegar a un nuevo público, más joven y también con otras inquietudes, sin perder de vista a los clientes habituales. Para ello ha conformado una primera oferta integrada por cinco modelos (tres de ellos en versión tres agujas y dos cronógrafos). Automáticos, los primeros lucen el calibre 1110P, mientras los segundos están equipados con el movimiento 1160P. Todos ellos se presentan con brazalete de eslabones, otro de las artes que Piaget domina. Con estilo.

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