Rosewood Castiglion del Bosco, un paraíso en la Toscana

Rosewood Castiglion del Bosco es uno de esos lugares que se han ganado a pulso entrar en la familia del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Situado en el Parque Natural Val d'Orcia, en la región vitivinícola de Brunello di Montalcino, la finca pertenece a Massimo y Chiara Ferragamo y representa la mejor excusa para viajar a la Toscana (Florencia, Italia). El complejo, de más de 2.000 metros cuadrados, es una celebración de la belleza natural y la exquisita gastronomía. Allí se elaboran diferentes variedades de vino, con el Brunello di Montalcino como líder de la familia. Pero hay más... Las ruinas de un castillo, una iglesia medieval y el Borgo, un pequeño pueblo cargado de historia, completan los alrededores del resort.

Rosewood Castiglion del Bosco en 10 imágenes

Gentleman El plato fuerte del lugar lo ofrecen las diez villas privadas, que expresan toda la esencia de la Toscana. En su origen, eran granjas de los siglos XVII y XVIII que fueron evolucionando hacia lo que son ahora: el refugio perfecto para el relax y el confort. Su interior está formado por texturas de piedra y madera, antigüedades, piezas artesanales y muebles a medida, diseñados por la propia Chiara Ferragamo. Desde la villa de dos habitaciones hasta la de 12 plazas, todos estos rincones de lujo incluyen su propia piscina climatizada, comedores, salones, chimenea, cocina y pantalla plana de televisión, incluso algunas disponen de su propia pista privada de tenis y barbacoa. El resort acoge 23 suites. Pero no son suites al uso, todo lo contrario. Lejos de querer parecer un hotel convencional, los dueños han querido hacer de cada una de ellas algo más importante que una habitación: un hogar.

En la inmortal Florencia

Gentleman También se puede disfrutar del spa del propio Rosewood Castiglion del Bosco, de su infinity pool y del gimnasio. Conscientes de que la Toscana es un lugar inolvidable, el resort ofrece a los huéspedes actividades a la carta: catas en su propia bodega, búsqueda de trufas, montar en bicicleta por los senderos de los alrededores, campo de golf privado de 18 hoyos, paseos en globo aerostático e incluso observación de estrellas dirigida por un astrónomo. Pero si lo que se desea es disfrutar de todos los placeres.