Sha expande su universo wellness con su primera apertura en México
Sha Wellness Clinic ha demostrado cómo puede cambiar, para bien, la vida de la gente. Ahora, lo hace también en otro continente con su espectacular espacio de México, pero con la misma filosofía y dedicación.
“Desde que arrancamos con Sha hace 20 años siempre tuvimos el sueño de crear una marca global. Sha es un concepto complejo por la cantidad de expertos que tiene, por el nivel de híper personalización… y nuestro objetivo es abrir uno por continente”. Quien lo verbaliza es Alejandro Bataller, vicepresidente de Sha Wellness Clinic, después de inaugurar un segundo espacio en México, para añadir a continuación un detalle importante: “El turismo wellness está creciendo de una manera espectacular, un 16% anual, más del doble que el tradicional. La gente invierte más en experiencias de lujo que en productos y dentro de ellas el wellness es el que más está creciendo. Todos hemos revisado nuestras prioridades y ha crecido la necesidad de invertir en nosotros”.
¿Por qué se eligió México para esta segunda propuesta Sha?
Queríamos que fuera América y hemos pasado años buscando la localización adecuada; de hecho, hemos analizado hasta 10 distintas. Buscábamos un lugar accesible tanto para norteamericanos como para latinoamericanos, con buena climatología, naturaleza, conectividad aérea y cerca del entorno urbano… y optamos por la Península del Yucatán, en Costa Mujeres. Y otra cosa importante es el carácter humano y espíritu de servicio, de hospitalidad, que es algo que nuestros huéspedes señalan de Sha España. Puedo afirmar es que la expectativa generada es espectacular. Es una propiedad sin precedentes en muchos sentidos. Primero, hay una gran diferencia entre un wellness más placentero y otro más transformativo que abre en un entorno de playa, de naturaleza. Segundo, el nivel de arquitectura y de diseño: hay pocos hoteleros que se atrevan a desarrollar caprichos como este. De hecho, ni siquiera sé si nos volveríamos a atrever después de tres años de construcción. Es un edificio que se adapta a la naturaleza existente y además sigue la forma del genoma del ADN humano, con eslabones que sobresalen, produciendo voladizos de prácticamente 80 metros de altura. Y tercero, todas las habitaciones y residencias tienen vista frontal al mar Caribe. Es como ir en un crucero. Todo ello, lo hace único.
Sha representa un espíritu diferente del wellness. La gente que lo visita regresa cambiada…
Hay dos objetivos principales cuando la gente visita el Sha. El principal es que se convierte en un punto de inflexión en su vida y digamos que la transición es la etapa más desafiante, y nosotros lo hacemos en un entorno sumamente placentero, con un alto nivel de expertos y con un cuidado genuino que se lo hace muy fácil. Pero luego llega el momento de salir y continuar con su vida, y ahí es determinante el componente educacional; darse cuenta de que el primer responsable sobre nuestra salud somos nosotros mismos. Hay un incremento de lo saludable, pero nos queda mucho camino porque si miras las estadísticas ves que aumenta el consumo de comida procesada, de carne, de azúcares refinados… Lo que te da Sha son las herramientas para que seas un mejor gestor de tu salud. Tienes el conocimiento para que, cuando te quieras cuidar, sepas cómo hacerlo.
Hay un tema educacional y una evolución en la forma de entender el wellness. Cuando empezamos, la gente te miraba muy raro y desde la medicina científica lo hacía como si fuéramos intrusos. Además, la gente se preguntaba qué evidencia científica tenía en relación a enfermedades como el cáncer o la diabetes. Te diría que eso ha cambiado bastante en estas dos décadas. Universidades como Harvard han creado su propia división y te dicen que hay que comer máximo cinco veces al mes productos cárnicos. La medicina científica, que también está presente en Sha, trata y ataca patologías ya existentes, pero no se habla lo suficiente de prevención. Por eso ha crecido tanto el sector que lideramos.
El liderazgo siempre conlleva una presión añadida, pero Sha ha creado su propio espacio, su propio estilo de vida…
Ser líderes hoy en día es complicado, pero si llegar es difícil, mantenerse es todavía más. Cómo lo hacemos en Sha; en primer lugar, creando un comité científico. En él participan expertos que lideran cada una de la áreas más significativas de nuestro método, personas que dedican un 15% de su tiempo a investigación. Además, tenemos un director de innovación. El comité se reúne cada 15 días y cada uno de los que intervienen informan de lo que están haciendo y presentan propuestas; el comité decide a qué le vamos a dedicar tiempo y qué desechamos. Al final sentimos que servimos a una clientela exigente que nos está confiando lo más importante que tienen: su salud, su aspecto y su dinero. Y se vienen un mínimo de siete días on la idea de que hagamos algo por ellos. En definitiva, esperan encontrar expertos de primer nivel y también ver lo último en tecnología. Esa es la tensión sana que vivimos en Sha; nuestro competidor somos nosotros mismos.
¿Qué influencia va a tener la inteligencia artificial en el wellness?
Va a tener un rol fundamental. Al final, la medicina preventiva es medicina predictiva. Se trata de que con la información que tengo de ti a través de biomarcadores, tanto físicos como bioquímicos, y gracias a la epigenética –predisposición genética a padecer ciertas enfermedades–, puedo predecir qué es lo que te puede pasar y desarrollar un plan para evitarlo. La inteligencia artificial es clave en toda la medicina, pero en la preventiva es donde tendrá más importancia. Nosotros estamos trabajando ya con algoritmos con los que, a medida que te vamos conociendo mejor, personalizamos aún más tus necesidades y recomendamos lo más adecuado. En Sha tenemos en torno a mil tratamientos; lo que hacemos es simplificar de una manera genuina el proceso de elección y ahí la IA tendrá cada vez más importancia.
Por cierto, ¿en Sha hablan de cliente o de paciente…?
Ninguna de las dos cosas . Cliente nos parece muy comercial, y a nosotros nos mueve algo más que un proyecto empresarial, buscamos contribuir a un mundo más saludable. Y paciente te habla de enfermedad, de una persona que requiere tratamiento médico. Nosotros les llamamos huéspedes, de la misma manera que quienes forman parte del equipo Sha son talentos, porque están ahí por eso.
Es inevitable hablar de futuro: ¿por dónde transitará para Sha?
Seguimos trabajando en el proyecto de un Sha por continente, y el siguiente será en Emiratos. Es un plan muy ambicioso porque supone crear la primera isla saludable del planeta. Se encuentra entre Dubái y Abu Dhabi, con prácticamente 30 hectáreas que tienen una vegetación espectacular y un significado muy simbólico, porque es donde veraneaba el jeque Zayed, que fue quien unió los Emiratos, y plantó miles de árboles en la isla en los años 70. Tenemos previsto que sea un Sha de tamaño similar a los actuales y tendrá un componente residencial importante, con gente viviendo allí como primera residencia. Toda la isla se ha hecho pensando en salud y bienestar. Tenemos una marina propia dentro de la isla y abriremos en 2026. Y el objetivo es que sea la sexta zona azul con mayor longevidad del planeta. Y también estamos trabajando en el reto de apoyar aún más a nuestros huéspedes cuando no están en el Sha.