Un milagro vinícola a orillas del río Sil: la bodega que inspira a los grandes chefs
Algunos de sus godellos han sido glosados por The New York Times o la BBC; han inspirado platos específicos a cocineros como los hermanos Roca o Martín Berasategui, y son la única representación española en cartas de mesas emblemáticas como las de Le Bernardin, en Nueva York, o Alo, en Toronto. Es el resultado de […]
Algunos de sus godellos han sido glosados por The New York Times o la BBC; han inspirado platos específicos a cocineros como los hermanos Roca o Martín Berasategui, y son la única representación española en cartas de mesas emblemáticas como las de Le Bernardin, en Nueva York, o Alo, en Toronto. Es el resultado de la labor desarrollada por siete generaciones al frente de las bodegas gallegas Valdesil, en manos ahora de Raúl y Borja Prado Gayoso, convertidos así en los guardianes no solo de la herencia de la familia gallega con mayor tradición en el cultivo de la vid, sino también de la milenaria tradición vitivinícola gallega .
“Mantenemos intacta la filosofía de elaboración basada en el concepto de cru –explican a Gentleman–; el convencimiento de que las variedades ancestrales del valle del Sil están entre las mejores del mundo; el respeto y el cariño por nuestro medio natural; la decisión de no dejarnos influir por modas pasajeras y la curiosidad intelectual que nos lleva a seguir experimentando manteniendo nuestra fidelidad al legado cultural heredado”.
Enclavados en el noroeste de Ourense, esta filosofía les lleva a elaborar vinos con uvas autóctonas: además de godello, mencía y maría ardoña. Y a hacerlo trabajando cada parcela de manera individual, poniendo énfasis en la energía tan especial que cada suelo es capaz de imprimir al vino. “Son vinos con una personalidad única, fruto de las condiciones naturales y biológicas particulares de su lugar de origen más que de la técnica de elaboración”, explican.
Algunos de esos vinos se han convertido así en auténticos vinos de culto, como Pedrouzos, procedente del viñedo más antiguo del mundo de esta variedad, plantado en 1885 (y del que solo se lanzan unos 350 mágnums cada año); O Chao, elaborado a partir de clones originarios de Pedrouzos en suelo de granito (650 botellas) o Valteiro, a partir de maría ardoña, variedad indígena de Valdeorras recuperada por Valdesil durante la década de 1970 (720 botellas).
Junto a ellos, Valdesil elabora desde hace más de 25 años los llamados vinos de familia, que representan y reflejan la extraordinaria riqueza de los suelos de Valdeorras: Montenovo, un godello que refleja la juventud y majestuosidad de las montañas que rodean Valdesil; Valderroa, un mencía joven; Valdesil, el primer vino de Godello criado sobre lías; o Valderroa Carballo, el primer mencía criado en barrica. La bodega ha anunciado, además, recientemente la próxima presentación de Asadoira, elaborado a partir de un viñedo de godello en la aldea de Córgomo, el primero plantado en espaldera en Valdeorras, en el año 1975.