White Lab, el pulmo´n cultural de La Castellana

White Lab, el pulmo´n cultural de La Castellana

800 metros cuadrados en los que se unen y complementan coworking, arte, arquitectura y organizacio´n de eventos. Asi´ se define White Lab, un espacio multifuncional que aspira a convertirse en el pulmo´n cultural de La Castellana. Este concepto, u´nico en Madrid, se inspira en los viajes por todo el mundo de los impulsores del proyecto: […]

800 metros cuadrados en los que se unen y complementan coworking, arte, arquitectura y organizacio´n de eventos. Asi´ se define White Lab, un espacio multifuncional que aspira a convertirse en el pulmo´n cultural de La Castellana. Este concepto, u´nico en Madrid, se inspira en los viajes por todo el mundo de los impulsores del proyecto: los arquitectos Ian Vila y Luis Balaguer y la galerista Tamara Kreisler. Ubicado en Paseo de la Castellana, 168, White Lab ha bebido de distintos proyectos internacionales. A Kreisler le recuerda a una galeri´a de arte del Soho de Nueva York. A Vila y a Balaguer a algunos locales del distrito 789 de Peki´n, una ciudad “abierta” en la que ambos han vivido y trabajado. “Este distrito es conocido porque los artistas han tomado las viviendas tradicionales y las han transformado en estudios y puntos de reunio´n”, recuerda Balaguer. Asi´, este espacio experiencial es la evolucio´n de White Lab Studio, el estudio de arquitectura que Balaguer y Vila fundaron hace ma´s de un an~o y que es la continuacio´n profesional de su trayectoria en China. “Conocemos muchos estudios y esto es algo distinto”, explica Vila: “Es un lugar de trabajo en el que la gente puede disfrutar”. Al unirse con Tamara Kreisler, directora asociada de White Lab, este espacio ha ido un paso ma´s alla´. Gracias a esta prestigiosa galerista, la arquitectura, la gestio´n de eventos y el coworking se han unido al arte. “Hemos hecho de White Lab la galeri´a de arte del futuro. Un lugar polivalente y versa´til”, asegura Kreisler. En White Lab se mezcla todo y el arte se convierte en una disciplina mucho ma´s abierta y divertida. “El arte tiene que ser algo vivo, cercano y fa´cil que todos podamos disfrutar en nuestro di´a a di´a”. Para ser el espacio multifuncional y polivalente en el que varias disciplinas se complementan, White Lab se ha dividido en cuatro secciones. La primera planta esta´ destinada al coworking y en ella pueden trabajar un ma´ximo de 19 personas. Aunque se dirigen a todo tipo de profesionales, Balaguer y Vila aseguran que los que eligen White Lab como oficina se dedican, sobre todo, al mundo del disen~o. Este factor, unido al cara´cter abierto y revolucionario de WhiteLab, propicia una retroalimentacio´n entre todos los trabajadores y la aparicio´n de sinergias entre los miembros del coworking. La segunda planta esta´ conformada por tres estancias. Stage, la ma´s grande (270 m2), es una galeri´a de arte en la que se celebran tambie´n eventos. Con capacidad de hasta para 230 personas, Stage se presenta como una sala novedosa, en la que a la vez que se tiene lugar un encuentro se puede disfrutar de una exposicio´n. White Lab trabajara´ con agencias y empresas de eventos para la realizacio´n de encuentros u´nicos y con personalidad. Atrio, una estancia de 130 metros cuadrados, se ha consolidado como la galeri´a de arte principal. Su objetivo es convertirse en un punto cultural friendly, para que el pu´blico ajeno al arte tambie´n pueda disfrutar de e´l. Adema´s, Kreisler ha querido dar un paso ma´s y convertir Atrio en una galeri´a abierta a todo el mundo. “Tanto curadores como plataformas de arte se pueden poner en contacto con nosotros y exponer”, explica Kreisler. En WhiteLab Galeri´a esta´n abiertos a todo tipo de disciplinas. Desde pintura a escultura, pasando por fotografi´a, ilustracio´n, disen~o y mu´sica. Tanto de Atrio como de Stage, las exposiciones van cambiando todos los meses. “Somos un lugar de experimentacio´n. Queremos que artistas jo´venes, con menos oportunidades, puedan mostrar tambie´n su obra”, afirma Kreisler. La sala ma´s poliface´tica y descarada de White Lab es el Bu´nker. E´sta, con una superficie de 150 metros cuadrados, cuenta con una cocina, por lo que en ella se pueden realizar actividades como showcookings. Se trata del espacio ma´s informal de White Lab, pues adema´s de fogones, tiene una mesa de billar, sofa´s y mesas. “El Bu´nker es perfecto para organizar una cena, ver una peli´cula, jugar al fu´tbol o a las cartas”, explica Balaguer. Adema´s, esta habitacio´n, que sirve de apoyo al coworking, ha reservado unos metros para photo shootings. Con WhiteLab, Vila y Balaguer han creado un espacio en el que se combinan todos los conceptos de los que se han empapado durante sus viajes por el mundo, sobre todo de su estancia en China. “Tenemos una visio´n global de la vida, de los espacios, del arte”, explica Vila. Segu´n estos arquitectos, en Madrid, “no hay nada igual, y desde luego, no con este estilo”, aclaran. Todos los espacios se complementan sin llegar a pisarse. Todo es un valor an~adido. “La recaudacio´n en los eventos permite apostar por un arte ma´s libre, no tan enfocado a la venta”, argumenta Balaguer.

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