Zagato y Aston Martin venden su última pareja de coches icónica
Cinco años después de que se presentara la reedición de la primera colaboración de sendas carrocerías, sale a la venta un dúo oculto hasta ahora
Corría el año 1960 cuando dos nombres emblemáticos del automovilismo unían sus fuerzas para dar forma a un exclusivo coche. Aston Martin y Zagato presentaron en el Salón de Londres el DB4GT Zagato. Rápidamente se convirtió en un objeto de colección, puesto que solo se construyeron 19 unidades.
La leyenda quedó completamente instaurada cuando en 2019 lanzaron una reedición con motivo del centenario del carrocero italiano: el DBS GT Zagato, con motor V12 5.2 biturbo que aumentaba su potencia hasta los 760 CV y sin cambios en la transmisión. Sin embargo, la característica más extraordinaria no tenía que ver con su aspecto.
Únicamente podía adquirirse junto a uno de los años 60. Pero estos automóviles ya contaban con su respectivo propietario, por lo que tuvieron que fabricar otras 19 unidades de réplica respetando las especificaciones originales y añadiendo elementos de ingeniería moderna. Este tipo de reediciones se denominan 'Continuation' ('continuación') y el dúo se puso a la venta con el nombre de DBZ Centenary Collection a un precio de 6,1 millones de libras.
Uno de los modelos más exclusivos
Así, se convirtió en uno de los modelos más caros -y exclusivos- de Aston Martin. Ahora ha salido a la luz que hay al menos una pareja que no se vendió en su momento. El concesionario Nicholas Mee & Company ha anunciado la venta a un precio que dista considerablemente de la cifra original, pues está rebajado a la mitad, costando 3.750.000 libras.
Estos coches de coleccionista combinan el estilo italiano con la ingeniería británica, una combinación que lleva funcionando más de 60 años en algunos de los automóviles más deseables del mundo, como el propio DB4 GT Zagato. Ambos cuentan con acabado en Caribbean Pearl e interiores azul oscuro que le otorgan una elegancia sinigual, tanto que los coleccionistas los consideran de los más bellos jamás creados.
Los originales han alcanzado en los últimos años un estatus de 'inalcanzables', ya que, además, se guardan en bóvedas de inversores. El de los años 60 ya ofrecía el mayor rendimiento disponible y participó en carreras de coches deportivos. La construcción manual le otorga un valor inconmensurable cuyo precio -en el caso de las otras parejas- rondaría los 8 o 10 millones de libras.