La mujer glamurosa protagoniza las últimas esculturas de Manolo Valdés
Como un anuncio del otoño, Manolo Valdés (Valencia, 1942) ha presentado en la Place Vendôme, en el histórico distrito 1 parisino, seis colosales cabezas femeninas de rostro enigmático y aderezos naturales, inspiradas en maestros como Velázquez, Rembrandt, Matisse o Picasso: «Utilizar como tema el cuadro de otro no es nuevo, aunque en mi caso exagere…», […]
Como un anuncio del otoño, Manolo Valdés (Valencia, 1942) ha presentado en la Place Vendôme, en el histórico distrito 1 parisino, seis colosales cabezas femeninas de rostro enigmático y aderezos naturales, inspiradas en maestros como Velázquez, Rembrandt, Matisse o Picasso: "Utilizar como tema el cuadro de otro no es nuevo, aunque en mi caso exagere...", arguye. Dedicadas a un modelo de mujer moderna y glamurosa, acorde con el entorno de lujosos hoteles, como el recién restaurado Ritz, boutiques o joyerías, y resueltas ex profeso en aluminio, hierro, bronce, acero corten o mármol a instancias de la galería Marlborough.
En La doble imagen, Los aretes, en hierro azul brillante, La diadema, La pamela y La mariposa, símbolo recurrente de belleza interior, predomina la horizontalidad: "Evidentemente, no podía competir con la columna Vendôme que Napoleón encargó para conmemorar Austerlitz". Tras la muerte de Rafael Solbes, su alter ego en el Equipo Crónica –que a partir de 1964 articuló un sólido discurso de denuncia sobre la situación política española–, la obra pictórica de Valdés adquirió un lenguaje propio que, más tarde, trasladó a la escultura: "Empecé con madera y, poco a poco, he ido incorporando materiales e incrementando la escala". Valdés ha expuesto esculturas de parecidas dimensiones en lugares como el desierto de Arizona o San Petersburgo, pasando por Broadway o, ahora, la place Vendôme, construida en 1702 para exaltar el poderío militar de Luis XIV, pero que se asocia a adalides de la sensibilidad, el genio o la elegancia como Chopin, Coco Chanel, Scott Fitzgerald o Hemingway.