
Calienzo, la arquitectura que trasciende el espacio y conecta con la historia
La firma madrileña Calienzo entiende la arquitectura de una forma muy peculiar, ensalzando su legado y su atemporalidad. Su enfoque se basa en el equilibrio entre contexto, materiales y luz, tal y como nos cuenta Javier Osés, brand manager y cofundador de la empresa.
En un sector donde las tendencias cambian continuamente y unifican la mayoría de los proyectos, Calienzo se desmarca con una visión clara y pausada. Fundada en 2023 por María Sanz, Marcos Torrego y Javier Osés, esta firma madrileña de arquitectura e interiorismo no busca seguir modas ni responder a un tipo de cliente concreto, sino que su objetivo es diseñar espacios que perduren en el tiempo, tanto por su estética como por su capacidad para emocionar.
“Diseñar desde lo atemporal significa tomar decisiones que no necesiten de validación externa. Evitar lo que cansa, lo que envejece mal y lo que funciona solo en fotos”, explica Javier Osés, cofundador y brand manager de Calienzo. En la práctica, esa atemporalidad se concreta en proporciones serenas, materiales nobles que mejoran con el uso y una luz que acompaña sin imponerse. “Pero sobre todo se traduce en contención; saber cuándo no hacer, cuándo no mostrar y cuándo no explicar”.

La arquitectura como extensión emocional
El equipo entiende el diseño como algo íntimo, donde el diálogo con el cliente es parte del proceso creativo. No buscan imponer una estética, sino proponer un lenguaje. “No hemos encontrado una línea que separe la personalidad del cliente de la coherencia de la firma. Lo que hay es una escucha constante hasta entender, no lo que el cliente quiere incluir, sino lo que quiere sentir en su hogar”, apunta Osés. La clave está en esa “revelación” que se alcanza cuando el cliente descubre algo que, por sí solo, no habría imaginado.
Calienzo reivindica un trabajo artesanal, cercano, en el que los detalles tienen un peso simbólico. Su forma de colaborar con artesanos, galeristas y perfumistas no responde a una estrategia comercial, sino a una afinidad sensible. “No buscamos ‘colaboraciones’ como tales, sino vínculos con personas que entienden que una casa va más allá de un conjunto de piezas con gusto. Se trata de crear una atmósfera emocional”.
Uno de los proyectos que mejor ejemplifica esta filosofía es Ponzano 53, una vivienda situada en el corazón de Chamberí. “Nunca buscamos contrastar con el barrio, sino convivir con él”, afirma Osés. El diseño del espacio responde al carácter del entorno, respetando materiales existentes como las vigas de hormigón vistas o los radiadores originales. Todo pensado desde la calma, y con un enfoque que respeta la historia del edificio.

Luz, proporción y materia: la arquitectura como experiencia emocional
La narrativa de Calienzo no se articula solo a través de formas o colores, sino también mediante la luz, las texturas y los materiales nobles. “Al final son los que sostienen el relato sin decirlo. Una vivienda no necesita discursos si la atmósfera está bien construida”, explica Javier.
Todo esto cobra un mayor sentido en un momento dominado por la velocidad, en el que Calienzo se rebela reivindicando el trabajo lento y meditativo. “La precisión se sostiene cuando cada proyecto tiene un porqué, un para quién y un ritmo propio. No asumimos más obras de las que podemos cuidar con atención real”, comenta Osés. Esa decisión, más que una estrategia, es un compromiso con la calidad y el sentido.

La trayectoria de Javier Osés también refleja esta búsqueda de profundidad. Tras pasar por el mundo audiovisual y el marketing, decidió dar un giro a su carrera. “Durante años trabajé en sectores de impactos inmediatos. Y Calienzo fue, en parte, una forma de resistirme a ello. Llevándome de la mano a una escala más emocional”.
El legado que sueña para Calienzo tiene un profundo sentido emocional. “Me gustaría que su legado fuese la convicción de que los espacios no solo se habitan, sino que se recuerdan emocionalmente. Que cuando alguien habite una casa ideada por la firma, no diga ‘esto es Calienzo’ por la estética, sino que lo sienta por la atmósfera, por la calma inexplicable y por la sensación de pertenecer desde el primer instante”.