Joao Magalhães posa para Gentleman delante de un Maserati de 1950.

Creatividad, pasión y legado: el Museo del Automóvil y la Moda de la familia Magalhães en Málaga

La colección de coches y moda aglutinada por la familia Magalhães (MAM), trasciende al puro coleccionismo para convertirse en un reflejo de una vida llena de momentos inolvidables.

En el coleccionismo hay herencias que se distinguen por su originalidad y hay otras que, por encima de todo, son testimonio de una pasión. El Museo del Automóvil y la Moda de Málaga (MAM) es la conjunción perfecta de ambas al fusionar el mundo del automóvil clásico, la pasión del abuelo de Joao y Kika Magalhães, con la alta costura que gracias al tesón de su padre ha permitido atesorar piezas de alto valor y creatividad. Esta es la palabra que aparece repetidas veces durante la conversación con Joao, que empieza en el origen empresarial de la familia: el mundo del textil.

Joao Magalhães recuerda su infancia en Guimarāes, donde daba paseos junto a su abuelo en alguno de los coches clásicos que fue adquiriendo: “La pasión que tenía por los coches clásicos –dice Joao– fue haciendo crecer una colección que, después, mi padre se encargaría de continuar. Pero con una diferencia, porque tenía un perfil más creativo, con una personalidad algo más extravagante; no tenía el mismo perfil que mi abuelo”.

Museo del Automóvil y la Moda de Málaga.
Fotografía:David Durán
Uno de los automóviles que más llaman la atención en este espacio es este Mercedes ‘Alas de Gaviota’.

El concepto del museo partió del padre, y “no era el de un museo tradicional; nada que ver con un garaje. Veía el automóvil desde una perspectiva del arte, del diseño. Como mi abuelo tenía unas piezas más bien clásicas, mi padre mantuvo gran parte de ellas y fue moldeando el resto con una visión más creativa. Son casi cien coches y de ellos la mitad pertenecían a mi abuelo. Desde el año 2000, que es cuando mi abuelo fallece, mi padre generó un nuevo escenario con coches más extravagantes y únicos. Su creación, este museo, abre en 2010 solo como Museo del Automóvil y fue pensado con esa idea del automóvil como vehículo artístico. Los coches clásicos se complementaron con modelos únicos y prototipos que estaban marcados por la creatividad, respetando eso sí un criterio cronológico de la evolución del automóvil”.

Luego llegaría la moda, como una consecuencia prácticamente natural. “En 2012 mi padre decidió comenzar a invertir en moda y, tras diez años, contaba ya con 400 vestidos de alta costura, entre los que están representadas todas las grandes marcas, desde Chanel a Hermès, pasando por Versace o Balmain… tenemos de todo”.

A la muerte de su padre, Joao y Kika se hacen cargo del museo y con él de esa herencia que forma parte de la identidad de la familia. Joao recuerda cómo, para “mi hermana y para mí, la moda es algo que estamos descubriendo ahora. Es una herencia de nuestro padre que sí que vivió la parte textil, porque nosotros somos actores pero no es menos cierto que tenemos un vínculo con el arte”.

Museo del Automóvil y la Moda de Málaga.
Fotografía:David Durán
Este museo no solo define la pasión de la familia Magalhães por los coches y la moda; es además una oda a la creatividad.

La génesis del museo en Málaga la recuerda Joao Magalhães como “un golpe de suerte. Es una ciudad que está creciendo mucho y sinceramente creo que es el mejor lugar para estar. Si hubiéramos ido a una gran ciudad, la competencia hubiera sido mayor, y en Málaga podemos ser una referencia compartiendo nivel con los grandes museos que hay ahora en Málaga”.

Y Joao tiene el recuerdo entonces del trabajo realizado por su padre: “Él peleó por hacer este museo durante muchos años. Se intentó hacer en nuestra ciudad, en el norte de Portugal, pero no consiguió apoyos ni autorizaciones para hacerlo. Cuando se dio cuenta de que era imposible, lo que hizo fue enviar una carta a la reina Doña Leticia, y fue ella la que reenvió la misiva al Ministerio y de ahí a distintos ayuntamientos que pudieran estar interesados… Y Málaga nos abrió las puertas y además tenía un edificio, el de Tabacalera, que tenía presupuesto para hacer algo interesante en sus instalaciones. Cuando nos visitaron y vieron el valor de los coches, defendieron la idoneidad del proyecto”.

Y ahí continúan con la firma pretensión de mantenerse. “Tenemos un equipo muy comprometido en Málaga, un edificio muy especial y, definitivamente, la ciudad es muy importante para nosotros”. El acuerdo –que es una cesión a cambio de una cantidad simbólica– finaliza en 2026, “pero hay todo el interés para continuar allí y mantener el proyecto. Mi hermana es actriz en Los Ángeles, pero está planeando fijar su residencia en Málaga junto a su marido. Mi caso es similar, yo también más pronto que tarde acabaré por residir de forma permanente en la ciudad y nuestro trabajo, además, nos lo permite”.

Museo del Automóvil y la Moda de Málaga.
Fotografía:David Durán
Este museo no solo define la pasión de la familia Magalhães por los coches y la moda; es además una oda a la creatividad.

La siguiente cuestión parece lógica: ¿se ampliará la colección? Joao Magalhães es claro: “Yo siempre he sido un enamorado de los coches clásicos y siento que la colección no está completa. Pero también soy consciente de que tenemos una limitación de espacio. Si tuviéramos la capacidad de crecer, yo sé cuáles serían esos coches que servirían para continuar el concepto del museo. La idea es mantener ese compromiso de ser guardianes de la belleza, de la inspiración… del arte en definitiva”.

Joao Magalhães finaliza con una reflexión más sobre la colección impulsada por la familia, y es “la autenticidad. Somos personas sencillas y cercanas y es lo que hemos transmitido a este museo. Hay que romper con determinados prejuicios porque, para tener una colección con este valor, no hay que ser necesariamente rico y arrogante. Por eso nosotros hablamos siempre de autenticidad, de sencillez…”. Y por supuesto, con buenas dosis de creatividad.

ETIQUETAS:
  • Magalhães
  • Málaga
  • Museo del Automóvil y la Moda