Artesanía revivida: Javier Sánchez, el espartero español que conquista Hollywood

Artesanía revivida: Javier Sánchez, el espartero español que conquista Hollywood

Con sentido, propósito y criterio estético, una artesanía rural milenaria como la espartería puede conquistar los círculos más chic de Nueva York, Londres o Tokio transmutada en arte. El artífice de este fenómeno es Javier Sánchez Medina (Badajoz, 1977), con taller en el barrio madrileño de Malasaña. Autodidacta, diez años después de su debut afirma: […]

Con sentido, propósito y criterio estético, una artesanía rural milenaria como la espartería puede conquistar los círculos más chic de Nueva York, Londres o Tokio transmutada en arte. El artífice de este fenómeno es Javier Sánchez Medina (Badajoz, 1977), con taller en el barrio madrileño de Malasaña. Autodidacta, diez años después de su debut afirma: “Jamás imaginé que podría ser una vía profesional y, menos aún, un modo de vida. A mi padre, zapatero, le debo coser bien; y, a mi abuelo, la atracción por las fibras naturales”. Con ese acervo, viajó y conoció a gente del oficio, ebanistas, cesteros…, y ya en Madrid, una restauradora de mobiliario.

[caption id='attachment_8570' align='alignnone' width='1024']El espartero Javier Sánchez, en su tienda situada en Madrid. El espartero Javier Sánchez, en su tienda situada en Madrid.[/caption]

Sánchez concretó, y aventó en redes sociales, en primer lugar sus espejos de mimbre, enea…, “como los que decoraban antaño los cortijos”; y, más tarde, una efigie cañí donde las haya: una cabeza de toro, su trofeo ecológico “de trenza de pleita obtenida con 13 o más ramales de cuatro a seis hojas de esparto crudo, cosida con lía o bramante”. El interiorista Nate Berkus le compró un ejemplar; la actriz Sarah Jessica Parker lo vio y hoy es su embajadora.

“Sigo aprendiendo con un maestro de 80 años que lleva más de 40 tejiendo cestos. Aun así, cabe trasladar sus técnicas al arte, la decoración o la moda”. Su estudio de las manos de Mickey Mouse (2018), en la exposición Disney de su 90 aniversario en Nueva York; los chalecos de la colección Matador de Carlota Barrera, o sus propuestas para Loewe lo acreditan.

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