Cuidado con las dietas que se publican en internet
Ana y Mía no son solo nombres femeninos, son los nombres utilizados en Internet para designar a trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia. Algunos sitios en la red se ocupan de difundir hábitos de vida poco saludables con un único objetivo: adelgazar a cualquier precio. Estas páginas suelen compartir una característica común: se trata de llegar […]
Ana y Mía no son solo nombres femeninos, son los nombres utilizados en Internet para designar a trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia. Algunos sitios en la red se ocupan de difundir hábitos de vida poco saludables con un único objetivo: adelgazar a cualquier precio.
Estas páginas suelen compartir una característica común: se trata de llegar a una meta, que se suele resumir en el deseo, a veces, obsesivo por perder peso.
El perfil más repetido de esta comunidad en Internet es el de mujer adolescente, no significa que no afecte también a hombres y personas de otra edad.
Lo cierto es que numerosos blogs, sitios web o perfiles en redes sociales promueven, en una ventana abierta al público de todas las edades, modos de vida que se basan en dietas extremas, épocas de ayunos, cánones de belleza fuera de la realidad, carreras para adelgazar e incluso consejos para eliminar los excesos de comida, que pueden ser provocar el vómito, tomar laxantes o realizar ejercicio físico excesivo.
EL EFECTO DE LAS DIETAS EXTREMAS
Algunas de las dietas que hemos encontrado por Internet en páginas pro-Ana y mía son las llamadas “dietas express” que reducen la ingesta de alimentos hasta de manera extrema. Las dietas que proponen son para hacerse durante pocos días pero el peligro radica en quienes las siguen más días no lo dicen.
Dieta de la gelatina
Este alimento se convierte en el elemento principal de la dieta. Durante una semana se recomienda ingerir cinco comidas al día. Cada una de las comidas consta de una porción de gelatina que puede acompañarse con un líquido como té, zumo o sopa baja en calorías.
La gelatina es un alimento saludable si se consume de manera moderada por su alto contenido en aminoácidos. Sin embargo, el régimen propuesto restringe de manera casi total el consumo de alimentos sólidos. Aunque se realice por poco tiempo, no se asegura ninguna efectividad, ya que al volver a la ingesta normal de alimentos probablemente se produzca efecto rebote.
Dieta de líquidos o semiayuno
Es una de las más extendidas, y también una de las más extremas. Consiste en una alimentación a base de líquidos, pero solo se pueden escoger aquellos con menor aporte calórico, como zumos, caldos, purés de frutas y verduras, café, té o infusiones.
Esta dieta supone una fuerte disminución del aporte de nutrientes necesario, por lo que no es recomendada ni siquiera a corto plazo. A pesar de que se utiliza con el pretexto de “desintoxicación del organismo” no es necesario realizar una restricción tan grande para limpiar el cuerpo y el peso perdido es fácilmente recuperable.
Dieta de la naranja
Las reglas de esta dieta es ingerir esta fruta de todas las maneras posibles y sin ningún alimento más. Esta dieta también se repite con otros ingredientes, como el tomate o algunas frutas.
De nuevo se produce un efecto contraproducente que puede provocar lo contrario a lo que se busca. Un único alimento no contiene los nutrientes mínimos que el organismo necesita para realizar las funciones diarias, por lo que se produce un malestar general que puede llevar incluso a mareos y desmayos.
Los expertos en nutrición avisan de los riesgos y consecuencias que traen este tipo de dietas prolongadas en el tiempo, aunque no se sigan de manera continua: hambre prolongada, pérdida de masa muscular, caída de cabello, piel seca.
Los efectos psicológicos pueden ser incluso peores, llegando a etapas de depresión e incluso a adquirir un trastorno alimenticio, como la anorexia o la bulimia nerviosa.