La firma valenciana que capaz de convertir residuos de caqui en elegantes tarjeteros
Canussa es el nombre de una firma Valenciana que está transformando el mundo de la marroquinería gracias a su compromiso con la economía circular.
Son muchas las marcas de moda que hacen promesas medioambientales que terminan por no cumplirse. Algunas fallan en el sistema de producción, otras en la ética de sus compañías y las hay que simplemente se suman al efecto 'eco' como si fuera parte de una corriente porque no terminan de colaborar con la transformación de un mercado con prácticas más conscientes.
Por suerte son cada vez más las que sí demuestran con hechos su compromiso con un futuro más verde tratando de generar el menor impacto posible con sus modelos de negocio. Una de estas firmas que sí nació con la clara vocación de impulsar una estrategia de sostenibilidad honesta es Canussa. Este sello de origen valenciano surgió en 2017 con el objetivo de crear complementos de diseño que ofrecieran una alternativa sostenible en cuanto a los materiales que se han utilizado siempre a la hora de confeccionar accesorios como, por ejemplo, la piel y ya en 2022 obtuvieron la certificación B Corp con una puntuación muy por encima de la media gracias a sus acciones para minimizar la huella.
La marroquinería se ha relacionado tradicionalmente con la piel y esto es algo que enseñas como Canussa quieren combatir con un modelo de producción responsable que combina artesanía tradicional con elementos innovadores.
Hasta ahora habían elaborado todas sus carteras, bolsos y demás artículos con componentes sintéticos de alta resistencia, pero ahora han querido dar un paso más al apostar por materiales a partir de deshechos, sin utilizar apenas materias vírgenes. Uno de ellos es el llamado Persiskin, el cual es obtenido a partir del residuo caqui de la Comunidad Valenciana y con el que han podido dar forma a uno de sus complementos más elegantes. Así lo explica a Gentleman María Cano, CEO y fundadora de Canussa: "Hicimos muchas pruebas y finalmente encontramos el match perfecto para nuestro tarjetero ya que conseguimos seguir manteniendo la calidad y elegancia que nos caracteriza como marca al mismo que tiempo que podemos dar una solución a un residuo local".
Alternativa al cuero tradicional de la marroquinería
Este material vegano, libre de plásticos y químicos conseguido a partir de los residuos del caqui que funciona como otra opción frente al tradicional cuero se ha materializado en un tarjetero de estética minimalista, sin cremalleras y funcional con capacidad para diez tarjetas que cuenta además con un forro de algodón orgánico para optimizar su reciclabilidad.
Este tarjetero es solo un ejemplo de del trabajo que desde la firma llevan a cabo en su laboratorio, Canussa Lab, en el cual se han especializado en dar una segunda vida a desechos textiles y plásticos.
"Por un lado ayudamos a las empresas a revalorizar sus residuos textiles y plásticos transformándolos en productos diseñados para satisfacer una necesidad de la propia empresa permitiendo a las organizaciones dar una segunda vida sus residuos, reduciendo la dependencia de materias primas vírgenes y evitando que el residuo llegue al vertedero. Y por otro lado, estamos también estamos trabajando en proyecto de innovación como por ejemplo un proyecto para eco diseñar junto con una startup en el Reino Unido un bolso 100% compostable", cuenta María Cano, quien apunta que al mismo tiempo están enfocados en otras propuestas para valorizar residuos. "Uno de los proyectos que ya ha visto la luz es nuestra funda de ordenador hecha a partir de residuos de palmera o nuestra riñonera a partir de residuo de maíz", apunta.
Este impulso para llevar a cabo una transición hacia una economía circular es lo que les mueve a continuar innovando. "Creemos firmemente que la colaboración entre las empresas y Canussa Lab es clave para crear un futuro más sostenible, donde los residuos se conviertan en oportunidades y el ciclo de vida de los productos se extienda al máximo", puntualizan desde el sello.