Roberto Torretta: “La pasarela física es fundamental para el éxito de una colección”
Durante los años 70, mientras aún residía en Buenos Aires, Roberto Torretta dirigía una galería de joyería y arte vanguardista en el corazón de la capital argentina. En 1974, decide hacer caso a “esa cuenta pendiente que todo argentino tiene con Europa” y se traslada a Madrid para abrir Berlín, una tienda de ropa deportiva […]
Durante los años 70, mientras aún residía en Buenos Aires, Roberto Torretta dirigía una galería de joyería y arte vanguardista en el corazón de la capital argentina. En 1974, decide hacer caso a “esa cuenta pendiente que todo argentino tiene con Europa” y se traslada a Madrid para abrir Berlín, una tienda de ropa deportiva situada en la céntrica calle Almirante. Durante los 35 años al frente de ella, el argentino descubre y forja una vocación por el mundo de la moda que lo llevaría a convertirse en uno de los diseñadores más importantes del panorama nacional.
Aunque sin ascendencia española -sus abuelos eran nativos de Piamonte, en el norte de Italia-, a día de hoy Torretta se considera un madrileño más. “Durante mis primeros años viajando viví en Los Ángeles, en México y en Ibiza, pero es en Madrid donde he echado raíces. Esta ciudad es maravillosa por cómo acoge a la gente. Concretamente en los años 80 aquí pasaba de todo, era el centro de la vanguardia. Era una época de mucho chándal y tejidos de felpa, pero en la década de los 90 comenzamos a diversificar nuestra colección incorporando nuevos materiales, patrones y líneas."
Uno de los nombres imprescindibles de la Madrid Fashion Week, durante el primer año de pandemia, Torretta no desfiló presencialmente. En cambio, aprovechó para reestructurar y ordenar la empresa, decisión que reconoce acertada dos años más tarde, pues fue un punto de inflexión en el posterior éxito de la firma. “La pandemia nos sirvió sobre todo para abordar el tema de la sostenibilidad y ser más conscientes como sociedad y como individuos, pues ya estaba latente, pero no nos decidíamos a tomar las medidas necesarias. Ahora todos vivimos más comprometidos con nosotros mismos y con las generaciones futuras.”
En 2022 el diseñador reconoce la pasarela física, que lleva a él y a su equipo un trabajo de cinco meses, como un marco fundamental para el éxito de una colección, tanto a nivel creativo como de ventas. “La digitalización de la industria, y de los desfiles en concreto, es una realidad que se va a aplicar tarde o temprano, pero hasta cierto punto. Para nosotros, la pasarela es un examen que tenemos que pasar dos veces al año y que nos permite transmitir nuestro mensaje. Incluso cuando pensamos, al inicio de la pandemia, que las tiendas físicas desaparecerían, hoy nos damos cuenta de que eso no sucederá. Con la pasarela sucede lo mismo. Necesitamos la atmósfera de los tejidos y los colores en directo”.
Reinventar la elegancia
Recién salidos de un periodo de desorden y restricciones, la efervescencia cultural que vivimos en 2022 pone a veces en duda el papel de la elegancia en la industria de la moda. Para Toretta, es una cualidad con la que se nace. “Una mujer africana descalza con un pareo puede ser elegante. Para mí, es una idea que no está ligada a la edad ni a la nacionalidad de una persona. Es un tema de buen gusto y de actitud. Creo que es simplemente una forma determinada de moverse y de comportarse.”
Centrado en el concepto de slow fashion, su máxima a la hora de crear se centra en elaborar prendas de calidad que cuenten con un ciclo largo de vida. Así defiende esta nueva conciencia hacia el entorno, construyendo un repertorio de piezas atemporales. Su última colección para el otoño 2022 -presentada en la Fashion Week de Madrid el pasado febrero- es una propuesta versátil y contemporánea de los básicos femeninos y tiene como protagonista la sostenibilidad, presente desde los primeros pasos del proceso de diseño en el uso de materiales como el algodón o la lana japonesa. Todo ello combinado con herramientas como la tecnología CAD y métodos de corte tradicional, de forma que se genere el mínimo desperdicio de tejido posible. “En esta colección hay minifaldas, trajes de chaqueta, abrigos y mucho vestido. Para el próximo invierno reinterpreto la feminidad integrando algunos códigos masculinos.” La sastrería de corte impecable, los tejidos satinados y las siluetas midi son protagonistas de su propuesta. Con ella, Torretta busca concienciar al consumidor por el respeto a la naturaleza, creando armarios que sean una inversión a medio plazo y una apuesta por la elegancia atemporal.