
Girard-Perregaux, reflejo de una vida
Girard-Perregaux es una de esas marcas que se mantiene viva en la retina de los apasionados de la relojería. Una larga trayectoria, 225 años, en los que ha dejado muestras de su carácter de manufactura a través de innovaciones mecánicas y sobre todo de mucha pasión relojera. Es la que se transmite a través de […]
Girard-Perregaux es una de esas marcas que se mantiene viva en la retina de los apasionados de la relojería. Una larga trayectoria, 225 años, en los que ha dejado muestras de su carácter de manufactura a través de innovaciones mecánicas y sobre todo de mucha pasión relojera. Es la que se transmite a través de una serie de piezas encuadradas en una línea aniversario que responde al nombre de Place Girardet, y que hace referencia a la ubicación de la manufactura de La-Chaux-des-Fonds.
Distintos relojes que tienen en común una particularidad y que afecta a la esfera: de cada una de ellas se realizan 225 ejemplares y todos ellos lucen una placa en la que figura un año que va desde 1791, año de fundación de la manufactura, hasta 2016, y recoge una frase con un hecho destacable de la historia de la marca, de la relojería en general, o del mundo de la cultura, la ciencia o la política.
Como ejemplos, tenemos el modelo correspondiente al año 1808, que celebra la Sinfonía N°5 de Beethoven, o el del 1963, cuando se produjo el viaje de la primera mujer al espacio. Personalización que se ve acentuada con el acabado diferente de las esferas en su decoración así como en la utilización de distintos colores. Así, es posible contemplar acabados satinados o enarenados, y según el periodo del tiempo al que se remiten, los índices también se expresan en diferente acabados. Eso sí, en todos los modelos está presente el nuevo logotipo creado con ocasión de este aniversario en el que, además del anagrama de la marca, aparece el año de fundación de la manufactura.