La nueva experiencia de Ramón Bilbao: vino con chocolate, maridajes 'veggie'...

La nueva experiencia de Ramón Bilbao: vino con chocolate, maridajes 'veggie'…

¿Vino con chocolate? ¿Una cata vertical para profundizar en el carácter de cada añada? ¿Participar directamente en la elaboración de un vino? ¿Disfrutar de un maridaje con cocina veggie? El enoturismo está en auge y Bodegas Ramón Bilbao lo redescubre bajo un nuevo prisma, creando nuevas experiencias que requieren la puesta a punto de los […]

¿Vino con chocolate? ¿Una cata vertical para profundizar en el carácter de cada añada? ¿Participar directamente en la elaboración de un vino? ¿Disfrutar de un maridaje con cocina veggie? El enoturismo está en auge y Bodegas Ramón Bilbao lo redescubre bajo un nuevo prisma, creando nuevas experiencias que requieren la puesta a punto de los cinco sentidos y que se celebran en espacios íntimos donde se huye de las visitas en masa y se apuesta por los detalles. El objetivo es siempre el mismo: sorprender al visitante. “Ha aumentado el interés en el mundo del vino y su elaboración. Nuestros visitantes ya han estado en otras bodegas y nunca debemos perder la oportunidad de enamorarlos”, explica Raquel Antón, responsable de Enoturiso en Bodegas Ramón Bilbao. Una invitación a adentrarse en la región de la Rioja Alta bajo la mirada de un amante de los vinos, aventurero y soñador de comienzos del pasado siglo al que la marca debe su nombre. La afamada bodega ubicada en Haro (La Rioja)ha elaborado un cuidado y variado programa de visitas y experiencias que incluyen la posibilidad de catar vinos en evolución desde las propias barricas; disfrutar de la realidad virtual acompañando a Ramón Bilbao alrededor del mundo en su pasión por crear vinos únicos; participar en las Noches de Vendimia, en las que el visitante recoge, selecciona y hasta pisa la uva; conocer la importancia de las maderas y sus tuestes durante la crianza en barrica con la visita Duelo de Duelas, o celebrar el amor, al vino en este caso pero no solo, con una cata maridada con chocolate, tras una cuidada selección de bombones joya, cuya mezcla de ingredientes se potencia en boca al paladearlos con un Ramón Bilbao. La calidad de cada propuesta es otro de los pilares que sustenta esta apuesta por el enoturismo de la bodega y, de hecho, las catas se desarrollan en ambientes singulares con una propuesta gastronómica cuidada al máximo. “Tenemos claro que nuestros visitantes vienen a divertirse, a aprender algo nuevo y a vivir un momento especial –dice Raquel Antón–. No podemos defraudar sus expectativas. Además, nos gusta emocionar, mantener la relación especial que se genera al descorchar una botella de vino y extenderla en el tiempo”, añade para explicar la filosofía que comparte el equipo de vinoteca.

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