
Tiempo de lavanda en Brihuega: aroma, color y calma en la Provenza española
Cada verano, la floración de la lavanda transforma los campos de Brihuega, en la comarca de La Alcarria (Guadalajara), en un paisaje dominado por los tonos violetas y un aroma característico. Esta floración da inicio a una temporada turística marcada por experiencias sensoriales y de bienestar, impulsadas por alojamientos como Castilla Termal Brihuega, un hotel […]
Cada verano, la floración de la lavanda transforma los campos de Brihuega, en la comarca de La Alcarria (Guadalajara), en un paisaje dominado por los tonos violetas y un aroma característico. Esta floración da inicio a una temporada turística marcada por experiencias sensoriales y de bienestar, impulsadas por alojamientos como Castilla Termal Brihuega, un hotel ubicado en la antigua Real Fábrica de Paños del siglo XVIII.
Durante esta época, el establecimiento ofrece una programación especial en torno a la lavanda. Entre las actividades propuestas figuran paseos a caballo o en bicicleta por los campos en flor, picnics al atardecer con productos de la zona, y talleres de perfumería artesanal donde los participantes pueden crear su propia fragancia guiados por una profesional del sector. Además, se organizan degustaciones y otras propuestas que buscan conectar a los visitantes con el entorno rural y sus tradiciones.

El hotel también refuerza su propuesta de bienestar con un tratamiento exclusivo en su spa, denominado ‘Campos de Lavanda’. Este ritual incluye ducha Vichy con exfoliante aromático, envoltura corporal y masaje con piedras volcánicas, combinando las propiedades calmantes de la lavanda con los beneficios del agua mineromedicinal que caracteriza a la cadena Castilla Termal.
Castilla Termal Brihuega cuenta con 70 habitaciones, incluidas suites con sala de estar integrada, y tres piscinas (termal, jacuzzi y exterior). Su zona wellness dispone de nueve cabinas de tratamiento, adaptadas a diversas terapias y técnicas, entre ellas masaje tailandés o tratamientos dobles en bañeras y futones.
La gastronomía también ocupa un lugar destacado, con una carta centrada en la cocina de Castilla-La Mancha, elaborada con productos de proximidad y de temporada, y acompañada por una selección de vinos locales, nacionales e internacionales.

La cadena Castilla Termal, que ya cuenta con otros hoteles en Olmedo, Valbuena de Duero, Burgo de Osma y Solares, refuerza así su apuesta por un modelo de turismo sostenible, vinculado al patrimonio histórico, el bienestar y el desarrollo rural. En el caso de Brihuega, la apertura del establecimiento ha generado más de 70 empleos directos y cerca de un centenar indirectos. Además, un alto porcentaje de su plantilla reside en el entorno cercano, en línea con su estrategia de lucha contra la despoblación.
La empresa también prioriza la colaboración con productores y artesanos locales, reduciendo así su huella de carbono y fomentando una economía de cercanía. En el plano medioambiental, el hotel aplica medidas como el uso de amenities sin plásticos, cosmética natural certificada y dosificadores en duchas.
Próximamente, Castilla Termal ampliará su red con dos nuevos establecimientos de cinco estrellas en Peñaranda de Duero (Burgos) y en el monasterio de Cotalba (Valencia), consolidando su presencia en edificios históricos con valor patrimonial y cultural.