Huesca: la repostería también es turismo

Todo el que ha pasado unas horas en Huesca ha probado sus Castañas de Mazapán, una receta del siglo XIX sirve para unir el chocolate con la almendra y la harina. De paso, son el producto que unifican a seis fantásticas pastelerías, donde cada una tiene una especialidad.

El Pastel Ruso

Hay que comprarlo recién hecho, y se mantiene mejor en frío. Simplemente es delicioso. Suave, fresco y nada pesado. Avellanas, almendras, clara de huevo, azúcar y una crema mágica dan consistencia a uno de los mejores postres que se puedan encontrar. El peligro reside en que no se puede comer un cuadradito solo. ¿Dónde encontrarlo? En la pastelería Ascaso. Calle Coso Alto, 9. Telf. 974 225 050. www.pasteleriaascaso.com

Cocas de Nata

Su aspecto no transmite la delicadeza de sus sabores. La calidad queda marcada por el hojaldre, pero el mazapán, la nata y el chocolate le dan su toque más  personal. Los más aficionados dicen que nada sería igual sin la aportación de yema tostada de la pastelería Tricas. También existe una versión con fruta que logra nuevos adictos a la causa golosa.  Seguro que el abuelo Pascual Tricas estaría muy orgulloso de cómo cuida ahora el negocio -que fundó en 1917- su nieto Manuel. Cualquiera de sus productos es un buen regalo que siempre es bien recibido. Calle Coso Bajo, 65. Telf 974 222 264.

Trenza de Almudévar 

Posiblemente sea el producto más emblemático de la ciudad. Tiene muchos imitadores, pero nadie lo elabora como como la pastelería Tolosana, con todo un desarrollo de empaquetado que nos dice mucho que aquí se cuida al producto. Para su elaboración, la base es un buen hojaldre, con un azúcar y una mantequilla de primera. Y claro, sobre la receta original del producto no faltan peleas, copias y recopias, pero las Trenzas de los Tolosona están para chuparse los dedos… ¡Doy fe! Paseo de las Autonomías. Edificio Castilla. Telf 974 229 340.  www.pasteleríatolosana.com

Campanas de Huesca

Cuenta la leyenda que Ramiro II el Monje decapitó a doce nobles rebeldes para reprimir una revuelta al inicio de su reinado. Unos dicen que fue cierto y otros que el relato es una alegoría sobre la autoridad. Sea lo que sea, el goloso sabe que hay otras Campanas en Huesca. En la pastelería Soler se hacen desde siempre unas pastas de Almendra Marcona -que son las más cotizadas-. Dicen que la receta ya era empleada en 1880, desde entonces ha sido cuidada por cinco generaciones para evitar sublevaciones reposteras. Calle Coso Bajo, 41. Telf. 974 224 078.  www.confiteriasoler.com

Tarta Loreto

Aquellos que necesitan un buen bizcocho para acompañar ese primer café de la mañana o ese chocolatito de media tarde saben que la Tarta Loreto de la pastelería Vilas es el producto perfecto: una masa esponjosa y esa fina capa de crema Florentina. El negocio funciona desde 1737, y sus pastas de té y su huesillos de santo están en el listado de ‘caprichos dulces’ de cualquier goloso profesional. Calle Alcoraz, 5. Telf. 974 211 354. www.pasteleriavilas.com

Glorias de Huesca

Parecen unas simples rosquillas, pero la realidad es muy distinta. Las glorias son un ejemplo de cómo se debe hacer un hojaldre: esponjoso, suave y el punto justo. La yema de huevo y esa capita de azúcar de un milímetro hacen el resto. La visita a la pastelería Ortiz está justificada siempre. Calle Los Porches de Galicia, 3. Telf. 974 226 484. www.pasteleriaortiz.com