Buencomiezo Mencía selección: alma leonesa, corazón berciano

Aurelio Feo, viticultor, es el origen de este proyecto y quien da nombre a la bodega. Además lo deja bien claro… Aurelio es “viticultor”. Cualquiera que le conoce sabe que es un hombre dedicado a la viña desde sus orígenes, un trabajador del campo, que hacía vino de sus uvas para su casa. Hace poco […]

Escrito por Redacción Gentleman

Aurelio Feo, viticultor, es el origen de este proyecto y quien da nombre a la bodega. Además lo deja bien claro… Aurelio es “viticultor”. Cualquiera que le conoce sabe que es un hombre dedicado a la viña desde sus orígenes, un trabajador del campo, que hacía vino de sus uvas para su casa. Hace poco más de un año, de la mano de sus hijos, se embarcó en este modesto proyecto bodeguero, pero sumamente atractivo. Adrián y Noelia se ocupan de la parte enológica, mientras el campo sigue siendo territorio de Aurelio.Los pilares están claros: arraigo a la zona, pasión por el vino y elaboraciones que transmiten la tierra y el paisaje del que proceden. Estamos en San Andrés de Montejos, en Ponferrada (León), donde abre las puertas esta bodega berciana que cuenta con cuatro hectáreas de viñedo de entre 50 y 110 años, a unos 550 metros de altitud.La variedad mencía es la mayoritaria de las tintas cultivadas, junto a un pequeño porcentaje de garnacha. Entre las blancas, predomina la palomino, que se completa con doña blanca y godello. No obstante, por ahora solo elaboran tintos, Cruz de San Andrés, y este Buencomiezo Mencía Selección, al que destinan la mitad de la producción.Su nombre procede de un pago que la familia Feo tiene en San Andrés de Montejos desde hace cuatro generaciones. Se trata de cepas viejas de mencía, con más de cien años, con lo que se cuentan entre las primeras que se replantaron en el Bierzo tras el ataque de la filoxera de finales del XIX.El vino ha permanecido un año en barrica francesa y presenta notas minerales y de frutas del bosque, aunque va evolucionando hacia aromas balsámicos. En la boca resulta carnoso, maduro, con un final de notas de fruta en licor. Un vino goloso que se llevará bien, sin duda, con guisos poderosos y carnes, como las del Valle del Esla.