Bodegas Riojanas estrena su nueva Colección Larrendant con Monte Real Tempranillo Blanco Reserva
Bodegas Riojanas lanza su nueva ‘Colección Larrendant’, con el Monte Real Tempranillo Blanco Reserva como carta de presentación. La nueva propuesta rinde homenaje al enólogo borgoñés Gabriel Larrendant.
Con más de un siglo de tradición vitivinícola, Bodegas Riojanas se ha ganado una prestigiosa reputación en el sector. Ahora presenta su nueva Colección Larrendant con el primero de sus vinos dándonos la bienvenida, Monte Real Tempranillo Blanco Reserva.
Esta colección nos invita a un viaje al pasado hasta los orígenes de Bodegas Riojanas en lo que supone un cuidado homenaje al enólogo de origen borgoñés Gabriel Larrendant, quien estuvo al frente de la elaboración de los vinos de Bodegas Riojanas en los años 30 y descubrió el carácter especial de los viñedos del paraje El Monte, próximo a la bodega de Cenicero (Rioja Alta).
Al igual que Larrendant, que buscaba la excelencia en el viñedo y sabía exactamente qué parcelas utilizar, actualmente la bodega sigue la misma estrategia al seleccionar dos pequeños viñedos. El primero de ellos es “Los Campillos”, ubicado a 480 metros de altitud en Cenicero, con el que Bodegas Riojana logra aportar a su nuevo vino un carácter floral, además de volumen, longevidad y estructura. El segundo es “Camino Arenzana”, plantado en Tricio a 600 metros de altitud, y suma frescura al producto.
Para elaborar las apenas 2.600 botellas de esta primera añada 2020 de Monte Real Colección Larrendant Tempranillo Blanco Reserva, se ha utilizado un método de elaboración clásico, con una fermentación alcohólica en barricas de roble francés con fondo de acacia y tostado ligero. Después, el mosto permanece con sus lías en las mismas barricas durante seis meses con remontados diarios. Transcurrido ese tiempo, se retiran las lías y se procede a limpiar las barricas para proseguir la crianza en las mismas barricas durante 12 meses, sumando un total de 18 meses en barrica y 12 más de reposo en botella.
La combinación de uvas de los dos viñedos y su elaboración tradicional consiguen un vino elegante y complejo, de color amarillo brillante con reflejos ámbar. En nariz, es una mezcla equilibrada de toques contrapuestos, los finos matices a flor blanca compiten con los frutales de la pera y manzana, dejando una suave estela final de las especias y la vainilla. En boca, su paso es fresco, untuoso y muy bien estructurado, con sabores dulces y especiados de la crianza, frutas cítricas, pera, ahumados bajo un fondo de hierbas aromáticas. Destaca por una acidez refrescante y un final persistente.