Ed Wood: pasión por el cine
Algunos dicen que fue el peor director de la historia, otros lo consideran un genio. Amante de los monstruos, la oscuridad y abanderado del travestismo, Ed Wood ha pasado a la historia por su identidad artística personal e irrepetible.
¿Qué elegir entre ser un olvidado realizador de olvidadas películas o ser considerado el peor director de la historia del cine? La pregunta apunta al estadounidense Ed Wood, Jr. (1924-1978), cuya obra cinematográfica, un puñado de filmes cortos y largos, algunos de ellos semipornos, hoy día ostenta el calificativo “de culto”. Si hay que mencionar una pieza cumbre, no puede eludirse Plan 9 From Outer Space (1957), conocida en España como Vampiros del espacio, una enrevesada historia narrada de un modo que, quizá debido al primitivismo de su realización (baste mencionar que se ve el cordel del que cuelgan los platillos volantes), la transforma en entrañable. Supone, además, la última aparición en la pantalla plateada de Bela Drácula Lugosi.
“En el mundo del cine hay una línea muy fina entre el fracaso y el éxito. Aunque seas el peor cineasta, al menos eres conocido por algo. Esa hermosa pasión que debes tener como cineasta es la razón por la que cuando está haciendo Plan 9 From Outer Space piensa que está haciendo Star Wars”, dijo de él Tim Burton, que en 1994 lo homenajeó en uno de sus tal vez mejores trabajos.
¿Y qué decir de Wood mismo? Lo menos, que podría haber sido intérprete de las historias que escribió; de hecho, protagonizó Glen or Glenda (1953), una cinta sobre travestismo y hermafroditismo. No es inocente el dato: su afición a llevar bajo sus ropas lencería femenina le costó la separación de su sorprendida primera esposa la misma noche de bodas.
“Si quieren conocerme, vean Glen or Glenda. Ese soy yo, esa es mi historia, sin duda. Pero Plan 9 From Outer Space es mi orgullo”, definió alguna vez. Murió deprimido y alcohólico a los 54 años.
