Finca La Emperatriz lanza su añada 2019 con dos exquisitas versiones.

Finca La Emperatriz lanza su añada 2019 con dos exquisitas versiones

Los hermanos Hernáiz lanzan al mercado la cuarta añada de sus emblemáticos Reserva Blanco y Tinto, una edición nacida del Viñedo Singular tras su larga crianza en barrica de roble.

Finca La Emperatriz lanza la añada 2019 de sus vinos más representativos: un tinto y un blanco que nacen en una finca histórica de Rioja Alta, con el sello de Viñedo Singular, una distinción que reconoce su calidad y origen único. Estos vinos, que ya han sido altamente valorados por los mayores expertos, destacan por su sabor y calidad.

Gran parte de su exquisito sabor se debe a que las uvas que se utilizan para realizar estos vinos provienen de cepas muy antiguas, contando algunas con más de 60 años, cultivadas en suelos pedregosos y bajo prácticas ecológicas. Todo ello en la extraordinaria parcela de la bodega, situada en los confines de Rioja Alta (Baños de Rioja), que alberga viñedos en vaso con una edad media de 65 años. Gracias a estas condiciones y a una añada especialmente buena en clima y calidad de uva, los vinos de 2019 prometen sabor, elegancia y mucha personalidad.

Finca La Emperatriz Tinto.
Finca La Emperatriz Tinto presenta notas de bayas oscuras y frutos rojos, y aromas a cacao y especias, culminando con un final largo y refinado.

Finca La Emperatriz Tinto y Finca La Emperatriz Blanco se presentan como los dos Reservas de Rioja Alta más emblemáticos de los Hermanos Hernáiz. En realidad, nacieron con la añada de 2016, y ahora la marca lanza su cuarta edición, Finca La Emperatriz 2019, en dos versiones.

La primera de ellas es Finca La Emperatriz Tinto, elaborada con una combinación de 71% tempranillo, un 25% de garnacha y un pequeño porcentaje de viura. Las tres variedades fermentan y maceran conjuntamente en depósitos de hormigón con levadura indígena del propio viñedo. Tras este proceso, el vino pasa a barricas donde hace la maloláctica y una crianza de 18 meses, el 60% en roble nuevo francés y el 40% del vino en barricas americanas de segundo uso. Acabada la crianza y tras unos meses de ensamblaje en depósito, el vino reposa en botella para su afinado final.

El resultado es un vino profundo, complejo, bien estructurado y con un tanino pulido; un Rioja clásico y elegante, con notas de bayas oscuras y frutos rojos, y aromas a cacao y especias, culminando con un final largo y refinado.

Finca La Emperatriz Blanco.
Finca La Emperatriz Blanco se caracteriza por sus toques de nueces de macadamia y tarta de limón, combinados con notas de jazmín y madreselva.

En cuanto a Finca La Emperatriz Blanco, es un vino 100% viura también proveniente de las viñas más viejas de la propiedad. Es fino, elegante y con toque sutil de la crianza, pero con la suficiente robustez para madurar en botella. En nariz ligero a la par que complejo, con toques de nueces de macadamia y tarta de limón, combinados con notas de jazmín y madreselva. En boca es cremoso con un toque salino, todo ello acompañado por una buena estructura.

En cuanto a su elaboración, una parte fermenta en depósito de hormigón a baja temperatura, mientras otra lo hace en barricas de roble francés. Cuenta con una crianza de 9 meses en barrica y 8 meses en depósito de hormigón.

Ambos vinos reflejan el cuidado y el respeto por la tierra con los que trabajan los Hermanos Hernáiz. Ya están disponibles en tiendas y son una opción ideal para celebrar las ocasiones especiales con el mejor sabor de La Rioja.

ETIQUETAS:
  • Finca La Emperatriz
  • Hermanos Hernáiz
  • Viñedo Singular
  • Vino