Girard-Perregaux Laureato Skeleton, arquitectura mecánica

En la cultura relojera, la tradición marca el camino de la distinción, de esa diferenciación que toda gran marca debe buscar. Girard-Perregaux atesora suficientes elementos distintivos y uno de ellos se mueve alrededor de la colección Laureato, el gran protagonista de su año relojero, con creaciones como este Skeleton que se presenta hoy en sociedad. Una pieza que se ha inspirado en los orígenes del Laureato para dar forma esa ‘arquitectura’ especial que ofrece desde la primera creación. Pero es que además, , en su noble tradición y en su experiencia relojera. Laureato es puro diseño, algo comprensible si se atiende a que su forma se debe al ‘dibujo’ de un arquitecto afincado en Milán en la década de los 70. Aquellas formas tan rotundas se convirtieron en la encarnación del arte y en una manifestación tan personal como preciosa. Un espíritu que se mantiene en esta creación, llamativa desde su pulsera de metal con eslabones que alternan superficies mates y satinadas a la caja con su bisel octogonal pulido enmarcado por un círculo. La caja del Laureato Skeleton llega hasta los 42 mm de diámetro, y su grosor alcanza los 10.88 mm. Disponible en dos versiones, una en acero y la otro en oro rosa, en su interior se mueve el calibre automático GP01800-0006, un movimiento manufactura de tres agujas que queda a la vista y muestra el excelente trabajo artesanal que se lleva a cabo sobre cada una de las piezas que componen este espectáculo visual. En lugar de la esfera, el movimiento se sustenta en marcadores horarios en suspensión, que permiten ver en todo su esplendor los distintos acabados aplicados sobre las piezas.