
Johnnie Walker Black Label: el toque de distinción que marca la diferencia
Elaborado a base de single malts escoceses añejados en barrica un mínimo de 12 años, Johnnie Walker Black Label es un sofisticado whisky premium para saborear solo o como base de imaginativos cócteles.
Sinónimo de tradición, calidad y prestigio, con más de 200 años de historia, Johnnie Walker es una de las marcas de whisky más prestigiosas del mundo. La etiqueta Black Label, en particular, es apreciada por su equilibrio y sofisticación, representando a la perfección ese ‘caminar’ constante hacia la excelencia que se ha convertido en seña de identidad de la marca.
No es exagerado afirmar que Johnnie Walker Black Label es uno de los whiskies más icónicos y reconocidos del mundo. Se trata de un blend premium, elaborado con single malts y whiskies de grano provenientes de los cuatro rincones de Escocia y añejados en barrica durante al menos 12 años, maduración que le proporciona una profundidad y complejidad que posiciona a Black Label como una elección sofisticada entre los whikies premium.
Es, en definitiva, el resultado de un proceso minucioso de elaboración que respeta todos los elementos que definen un auténtico whisky escocés, incluido el tiempo de grano y levadura utilizados o la forma del alambique. Otra de sus características, su versatilidad, le convierte en la base de imaginativos cócteles, desde un clásico Old Fashioned hasta los más audaces, como el Whisky Sour.